Descubre los momentos más importantes que dieron vida a nuestro hermoso municipio.
La historia de Puerto Nare se remonta en los años 1400 cuando fue habitada por los indígenas Tahamíes, ya en 1851 perteneció a la provincia de Córdova, y en 1856 paso a pertenecer al Estado soberano de Antioquia. En 1872 paso a ser corregimiento del municipio de Puerto Berrio, en noviembre de 1967 la Asamblea Departamental de Antioquia le confirió nuevamente al distrito la categoría de municipio con el nombre de “La magdalena”, para el año de 1972, mediante la ordenanza 18, se le cambia definitivamente el nombre de la Magdalena por el de Puerto Nare, el cual conserva aún en la actualidad.
Puerto Nare, fue uno de los más destacados de Antioquia, en 1857 fue catalogado por el gobernador de turno como el más importante del departamento, ya que era escala obligada para los viajeros que querían entrar a la provincia de Antioquia y al centro del país desde la costa Atlántica por el rio magdalena...
Es un corregimiento que se formó por las repetidas migraciones de personas que llegaron inicialmente del Tolima y el Huila, del Valle del Cuca, Santander, etc. se asentaron inicialmente en la desembocadura del rio Nare, en los tiempos de subienda de peces (diciembre a mediados de abril). Este caserío año tras año se fue construyendo convirtiéndose en una colonia del “Tolima grande”, ya que algunos de esos pescadores, decidieron quedarse allí, hasta formar la población actual. Debido a las arremetidas del rio Nare le caserío se fue moviendo metros arriba de la desembocadura hasta la ubicación en el sitio donde hoy la conocemos...
Toda una historia de vida, desarrollo y de comunidad de hombres y mujeres, que crecieron alrededor de la estación del ferrocarril y, hoy evocan con nostalgia la melodía que ´producía el chachachá del tren sobre los rieles, combinado al sonido del claxon o bocina o silbato que emitían las locomotoras cruzando la alargada población que nació con el ferrocarril y que tomó su nombre “la Sierra”, por el asentamiento de los aserríos de donde sacaba de la frondosidad de sus bosques las “traviesas o polines” que sostuvieron los rieles y el peso de historia: de la gloria y la ignominia, hasta el momento de su decadencia y quedar solo en el recuerdo de sus pobladores la magia vivida en los años de una época dorada que no volverá...